INDICE ARTICOLO
Qué es
El PRP ( Plasma Rico en Plaquetas) es un hemoderivado obtenido al concentrar la fracción de plaquetas de la sangre.
El objetivo de esta intervención es concentrar los factores de crecimiento.
Los factores de crecimiento son proteínas especiales capaces de estimular la proliferación y la diferenciación celular y prevenir la muerte de las células (apoptosis).
Algunos factores de crecimiento son segretados activamente por las plaquetas en diferentes condiciones (por ej., para la coagulación de la sangre y la curación de heridas).
Una vez que se suministran al paciente, estos factores de crecimiento que contiene el PRP ayudan a estimular la regeneración de los tejidos.
El PRP es uno de los protagonistas de la medicina regenerativa, que tiene como finalidad reparar y regenerar tejidos dañados o envejecidos.
En resumen, el procedimiento implica:
- extraer sangre al paciente;
- preparar la sangre con instrumentos específicos que separan la parte corpuscular (glóbulos rojos) y concentran los factores de crecimiento de plaquetas y, en su caso, los leucocitos;
- posteriormente, inyectar dicho PRP en los tejidos del paciente.
Para Qué Sirve
En la sangre circulan naturalmente sustancias reparadoras y factores de crecimiento que ayudan en caso de lesiones y heridas.
Estas sustancias se concentran en las plaquetas, células especiales de la sangre que permiten la coagulación y son esenciales para el proceso de curación del cuerpo tras una lesión.
Gracias a su alto contenido en plaquetas, el PRP concentra estos factores de crecimiento, utilizándolos con el objetivo de estimular la regeneración de los tejidos.
El uso de PRP se propone:
- para el tratamiento de enfermedades degenerativas osteoarticulares (tendinitis crónicas, artrosis, tendinopatías);
- en medicina deportiva;
- en cirugía oral (implantes dentales, extracciones dentales);
- en cirugía plástica.
Los tratamientos con PRP se emplean con éxito también en medicina estética.
En estos casos, el objetivo es obtener la renovación y la biorevitalización de los tejidos cutáneos y subcutáneos de rostro, boca, cuello y otras zonas corporales.
En el campo de la medicina estética, las inyecciones de PRP se proponen para el tratamiento de:
- Cicatrices de acné
- Manchas cutáneas
- Signos de fotoenvejecimiento
- Estrías
- Alopecia Androgenética
- Flacidez del Rostro
- Arrugas profundas, superficiales y ojeras.
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Cómo Funciona
El PRP contiene multitud de factores de crecimiento responsables de su eficacia.
En total, en el PRP se encuentran más de 1100 proteínas diferentes, incluidos los mensajeros del sistema inmunológico, diversas enzimas y factores de crecimiento 1, 2. El plasma también es rico en vitaminas antioxidantes (C y E) y enzimas antioxidantes.
Entre todas las proteínas que contiene el PRP, los factores de crecimiento son los componentes más importantes 3, 4, 5.
Algunos de estos tienen funciones claramente consolidadas en la angiogénesis (síntesis de nuevos vasos sanguíneos), la migración celular, la proliferación celular y la deposición de colágeno a nivel cutáneo. En cuanto al resto, los nombres de algunos de estos factores de crecimiento evocan claramente su acción:
- Factor de crecimiento epidérmico
- Factor de crecimiento de los queratinocitos
- Factor de crecimiento de los fibroblastos
- Factor de crecimiento parecido a la insulina
- Factor de crecimiento del endotelio vascular.
Los factores de crecimiento se liberan tras la activación de las plaquetas, la cual, en el PRP, se realiza, en parte, durante el tratamiento de la sangre y, en parte, en los tejidos en los que se inyecta.
Cuando el PRP se inyecta en el tejido cutáneo, estos factores de crecimiento se activan con diferentes mecanismos y actúan directa e indirectamente para regenerar el tejido.
La activación de las plaquetas da lugar a la liberación de una serie de factores de crecimiento y multitud de proteínas (incluyendo glucoproteínas adhesivas, como la fibrina, la fibronectina y la vitronectina).
Tras la inyección subcutánea, estas proteínas y factores de crecimiento interactúan con las células basales del tejido subcutáneo como: fibroblastos, células endoteliales, células madre subcutáneas, etc.
Esta interacción puede producir inflamación y estimular:
- la proliferación, la migración y la supervivencia celular;
- la producción de proteínas de la matriz extracelular (colágeno, elastina) y ácido hialurónico.
A su vez, estas acciones contribuyen a la renovación de los tejidos, que puede tener un efecto positivo en la calidad de la piel 6, 7, 8.
Tratamiento
La terapia PRP utiliza la sangre del paciente como material biológico de partida y, por tanto, es segura y relativamente simple.
Inicialmente, el paciente se somete a una pequeña extracción de sangre que se inserta en probetas específicas y se procesa (por ej., se centrifuga) para sedimentar los glóbulos rojos y seleccionar la parte más rica en plaquetas.
El plasma rico en plaquetas se presenta como un líquido amarillo, que se reinyecta a través de microinyecciones intradérmicas en el rostro, en el cuello o en otras zonas específicas (cuero cabelludo, escote, dorso de las manos).
Antes del tratamiento, el médico aconseja normalmente suspender la ingesta de fármacos antiinflamatorios (AINE y corticoides) 2 semanas antes de la sesión.
El uso de una terapia anticoagulante es una contraindicación y debe evaluarse su readaptación.
Después del tratamiento, el individuo puede retomar inmediatamente su actividad normal.
Resultados y Eficacia
El mero término «Medicina Regenerativa» tiene un gran atractivo para el Cliente potencial.
Por tanto, existe una gran proliferación de maquinaria y métodos que prometen obtener un PRP de calidad superior, muy rico en factores de crecimiento activos y con un alto «poder regenerador».
La idea de que se pueda regenerar la piel o un tejido es sumamente fascinante, pero debido a muchos aspectos, se trata de un resultado todavía lejano.
Actualmente, el PRP se basa más en el marketing que en razones técnico-científicas, ya que faltan estudios con buenos niveles de evidencia para establecer protocolos que den al Cliente una garantía de eficacia.
Técnica aún relativamente nueva, el PRP deberá estudiarse mejor, perfeccionarse y estandarizarse para poder demostrar plenamente su eficacia.
De cualquier forma, los estudios preliminares son alentadores.
Se ha demostrado que la aplicación de plasma rico en plaquetas (PRP) mejora la cicatrización temprana de las heridas 9, 10, 11 y de las úlceras diabéticas 12.
Aparte del uso extensivo del PRP para acelerar la cicatrización de las heridas, existen también pruebas clínicas sobre su uso en medicina estética
Según una revisión en 2019 de 24 estudios, incluidos 8 pruebas controladas aleatorizadas (RCT, por sus siglas en inglés) 13:
- en base a la valoración global del médico, se ha demostrado que la monoterapia con PRP inyectable induce, al menos temporalmente, una significativa mejora en la apariencia, textura y arrugas de la piel del rostro; las líneas sutiles periorbitales y la pigmentación también pueden beneficiarse.
- Aunque el grado de mejora sea inferior al 50%, en general, los pacientes han demostrado una gran satisfacción.
Se desconoce la persistencia de estos efectos.
Los creadores concluyen que las inyecciones de PRP son seguras y pueden ser modestamente beneficiosas para el envejecimiento de la piel.
Sin embargo, se señala la heterogeneidad de la preparación y suministro del PRP, además de la falta de estandarización en las medidas de los resultados. Por tanto, son necesarios estudios posteriores de elevada calidad con un seguimiento suficiente para optimizar los sistemas de tratamiento.
Si se realiza de forma individual, los resultados del tratamiento PRP serán visibles tras 3-4 semanas, tiempo necesario para la activación del proceso regenerativo.
Combinación con otras Intervenciones
El PRP puede ser un adyuvante válido para maximizar la eficacia de otras intervenciones de medicina o cirugía estética.
Por tanto, un protocolo eficaz antienvejecimiento puede prever una inteligente combinación de diferentes intervenciones, como rellenos, toxina botulínica, microneedling y PRP.
El PRP también puede aplicarse en las fases preparatorias para intervenciones de cirugía estética, como el lifting del rostro y el trasplante de cabello, contribuyendo a mejorar los resultados de la intervención.
Coste y Sesiones
Existe una gran hererogeneidad en los protocolos de tratamiento con PRP, continuamente afectados por evoluciones y novedades, a menudo, impulsadas más por el marketing que por la efectividad científica real.
Esta heterogeneidad se refleja también en los precios y en el número de tratamientos necesarios.
Normalmente, las sesiones duran entre 30-45 minutos y se repiten unas 3-4 veces al año.
Sin embargo, algunas clínicas proponen protocolos particulares, de coste superior, que se basan en una sola sesión.
Por tanto, los precios varían desde 250 euros por sesión (para varias sesiones) a 2.500 euros por los protocolos «más avanzados» en monotratamiento.
Contraindicaciones
Las posibles contraindicaciones del PRP incluyen:
- embarazo
- lactancia
- enfermedades autoinmunes
- enfermedades en la sangre
- infecciones agudas o crónicas
- enfermedades crónicas del hígado
- terapia anticoagulante
- inestabilidad hemodinámica
- cáncer.
Efectos Secundarios
Gracias a sus características autólogas del PRP (es decir, proviene del mismo paciente al que se inyecta), los efectos secundarios son mínimos.
Los efectos adversos suelen adoptar la forma de pequeños hematomas, hinchazón y dolor en la zona de la inyección (que en cualquier caso desaparece rápidamente).
Complicaciones poco frecuentes del tratamiento con PRP incluyen:
- inyecciones intravasculares, con consecuente formación de un trombo;
- trauma de estructuras nerviosas;
- hematoma;
- infección.
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